Comentario: Quien actúa como tirano no puede ser llamado rey, ni vasallo de Cristo digno de este nombre; el fundamento de la tiranía es el amor a uno mismo, incluso el desprecio de Dios. Precisamente porque desprecia la fuente del verdadero poder, que es Dios, esta persona piensa que puede usar y abusar del poder sin límites. Si esto afecta a los vasallos de Cristo, lo mismo afecta a los vicarios de Cristo que son elegidos para ocupar la Cátedra de San Pedro mientras el verdadero Dios y el verdadero Hombre no regresan por segunda vez a la Tierra.
José Octavio Dettmann
Río de Janeiro, 15 de febrero de 2024 (fecha del post original).
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